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CON MIS COLORES HASTA LA MUERTE

jueves, 26 de mayo de 2011

SALUD AL DIA, Medio número más en la talla de nuestras zapatillas de correr.







Cuando vamos a comprarnos unas zapatillas para correr hay que tener en cuenta que el número no es el normal que usamos en nuestro calzado de diario. En las zapatillas para correr debemos elegir medio número o incluso un número más. La razón es simple, durante la carrera el impacto sobre el suelo hace que bien por disminución del arco plantar y/o la inflamación del pie la longitud aumente en cierto modo.
Si la carrera se hace en terrenos con desnivel con más razón, ya que el pie tiende a situarse en la parte delantera de la zapatilla, creándose mucha presión. Si tenemos unas zapatillas de correr que nos quedan muy justas pueden aparecer las típicas secuelas por estar el pie muy apretado, como son las uñas negras, las ampollas o el adormecimiento en el pie durante la carrera.

Cuando nos probemos las zapatillas nuevas debemos atárnoslas, ponernos de pie y asegurarnos que la punta del dedo gordo no toca el extremo de la zapatilla. Una cosa también importante es probarnos la zapatilla con el pie que tengamos más largo. Es algo que la gente desconoce, pero lo normal es que uno de nuestros pies sea más grande que el otro (en los diestros el izquierdo y viceversa), por eso debemos probarnos la zapatilla con este y así nos aseguramos de que no nos quedará demasiado ajustada.

Dos teorías para conocer mejor lo que es el flato


















Seguro que todos hemos oído hablar en muchas ocasiones del flato, un dolor que parece en el costado mientras estamos realizando deporte que nos impide en mucho casos seguir adelante, ya que nos bloquea y nos obliga a pararnos en seco para recuperarnos de este malestar. Muchas han sido las razones que se han esgrimido acerca de este dolor, y a pesar de ello no existe ninguna demostrada de manera científica. Por ello con este post queremos revelar algunas de las razones por las que se podría producir el temido flato.
Antes de nada debemos tener claro que el flato es una molestia que le puede aparecer a cualquiera cuando se dispone a hacer deporte. No es que se trata de un síntoma de ninguna enfermedad o malestar, sino que simplemente es un problema que aparece y que tiene por lo tanto una explicación lógica. En este caso nosotros nos vamos a detener en las dos teorías más concluyentes a la hora de describir este fenómeno.
A pesar de no ser nada grave ni peligroso, el flato es algo incómodo y doloroso, ya que se trata de un dolor a modo de punzada o pinchazo que aparece cuando estamos realizando una actividad que conlleva un esfuerzo tanto muscular como respiratorio. El flato se caracteriza por la aparición repentina mientras estamos haciendo deporte o antes incluso, de un dolor agudo entre el pecho y el abdomen, concretamente se trata de pinchazos que se producen en el diafragma.

Teorías sobre la aparición del flato

Teorías al respecto sobre la aparición del flato existen muchas, aunque la mayoría de ellas son creencias sin ningún fundamento. Nosotros nos vamos a detenernos en las más fiables. En primer lugar existe la teoría que dice que los ligamentos que unen el estómago con el diafragma tiran hacia abajo cuando hacemos ejercicio, lo que hace que se produzca un pequeño dolor en esta parte del cuerpo que es lo que conocemos como flato. Por ello, y para evitarlo es necesario estirar hacia arriba el tronco para devolver a los ligamentos su estado habitual.
La otra teoría que barajamos como causante de los dolores de flato es la falta de riego sanguíneo en la zona del diafragma mientras estamos haciendo ejercicio. Esta falta de riego puede deberse a varias causas, ya que podemos estar haciendo la digestión o podemos necesitar mucha sangre en una determinada parte del cuerpo al realizar un esfuerzo muy elevado, lo que desencadena los dolores de diafragma conocidos como flato.

Evitar que aparezca el flato

Para evitar que esto suceda es necesario que tomemos algunas medidas como tomar agua de manera lenta y a sorbos pequeños. A la hora de realizar actividades deportivas debemos evitar los movimientos bruscos y mantener una respiración constante y controlada en todo momento. No acudir a practicar deporte con el estómago lleno es esencial si lo que queremos es mantener un buen riego sanguíneo en todo el cuerpo.
Si ya nos ha dado el dolor lo que debemos hacer es estirar la parte abdominal hacia arriba, al igual que es importante tensar los músculos abdominales y presionar con la palma de la mano en la zona afectada por el dolor para así conseguir que éste se calme y podamos volver a retomar la actividad de nuevo.

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