La práctica del ejercicio reduce el estrés; eso te habían contado, ¿no? Y entonces, ¿por qué a veces te llega a estresar tanto cumplir con tu entrenamiento o acabar una carrera? Muy sencillo: sigues siendo humano. No importa cuán rápido corras, todos somos vulnerables a losmiedos, la inseguridad o las dudas cuando nos calzamos las zapatillas de manera rutinaria, tanto más cuando nos ponemos un dorsal.
Cuando te conviertes en corredor, es importante aprender a responder las voces negativas. Primera norma: no le digas a tu cuerpo lo que no le dirías a un compañero de entrenamiento. ¿Se te ocurriría animar a alguien con comentarios del tipo “estás corriendo muy mal” o “no vas a llegar, estás acabado”? Pues eso, tampoco martirices a tu cuerpo. Aquí tienes algunos obstáculos de motivación a los que te puedes enfrentar… y la técnica para superarlos.
Obstáculo: Estás agobiado por la distancia que aún tienes por delante
Técnica: Derríbalo. No eres el único que siente eso alguna vez: es el temido muro, que aparece cuando un corredor ha completado dos tercios de la distancia de la carrera. La motivación se hace pedacitos cuando chocas contra el muro y crees que la línea de llegada está a una distancia inalcanzable. Anticípate y prepárate para superarlo. Divide la distancia total en fragmentos más pequeños; concéntrate en llegar hasta la siguiente manzana o el próximo semáforo. Cuando lo alcances, piensa en el siguiente y a por él.
Obstáculo: Estás fundido.
Técnica: Desacelera. Disminuye tu ritmo de carrera, de manera que te permita mantener una conversación. Deberías sentirte relajado, con capaz de correr durante todo el día a ese ritmo. Si te notas agotado es posible que estés corriendo demasiado rápido. Analiza tu cuerpo: ¿sientes dolor?, ¿puedes tener alguna rotura?, ¿estás tensionando los músculos que no trabajan en la carrera? Relaja el rostro: frente, mejillas y mandíbulas. Mueve los hombros acercándolos a la cara y deja las manos flojas con las palmas hacia arriba. Respira.
Obstáculo: Estás desanimado
Técnica: Piensa en tu música favorita o rememora los mejores momentos de tu vida. En los rodajes largos, pensar en todos los kilómetros o el tiempo que has dedicado a entrenar te ayudará a recordar de lo que eres capaz. En comparación con lo que ya has hecho, cualquier distancia te parecerá asequible.
Obstáculo: Te desmoraliza que otros corredores te pasen
Técnica: Bebe de la fuerza del otro.
¿Te acaban de adelantar? Te están diciendo que es posible correr más rápido y mostrándote cómo lograrlo. Recuerda que sólo por estar ahí ya has llegado mucho más lejos que quien aún está en el sofá. Piensa que si alguien te adelanta es posible ir más rápido. ¡Corre!
Cuando te conviertes en corredor, es importante aprender a responder las voces negativas. Primera norma: no le digas a tu cuerpo lo que no le dirías a un compañero de entrenamiento. ¿Se te ocurriría animar a alguien con comentarios del tipo “estás corriendo muy mal” o “no vas a llegar, estás acabado”? Pues eso, tampoco martirices a tu cuerpo. Aquí tienes algunos obstáculos de motivación a los que te puedes enfrentar… y la técnica para superarlos.
Obstáculo: Estás agobiado por la distancia que aún tienes por delante
Técnica: Derríbalo. No eres el único que siente eso alguna vez: es el temido muro, que aparece cuando un corredor ha completado dos tercios de la distancia de la carrera. La motivación se hace pedacitos cuando chocas contra el muro y crees que la línea de llegada está a una distancia inalcanzable. Anticípate y prepárate para superarlo. Divide la distancia total en fragmentos más pequeños; concéntrate en llegar hasta la siguiente manzana o el próximo semáforo. Cuando lo alcances, piensa en el siguiente y a por él.
Obstáculo: Estás fundido.
Técnica: Desacelera. Disminuye tu ritmo de carrera, de manera que te permita mantener una conversación. Deberías sentirte relajado, con capaz de correr durante todo el día a ese ritmo. Si te notas agotado es posible que estés corriendo demasiado rápido. Analiza tu cuerpo: ¿sientes dolor?, ¿puedes tener alguna rotura?, ¿estás tensionando los músculos que no trabajan en la carrera? Relaja el rostro: frente, mejillas y mandíbulas. Mueve los hombros acercándolos a la cara y deja las manos flojas con las palmas hacia arriba. Respira.
Obstáculo: Estás desanimado
Técnica: Piensa en tu música favorita o rememora los mejores momentos de tu vida. En los rodajes largos, pensar en todos los kilómetros o el tiempo que has dedicado a entrenar te ayudará a recordar de lo que eres capaz. En comparación con lo que ya has hecho, cualquier distancia te parecerá asequible.
Obstáculo: Te desmoraliza que otros corredores te pasen
Técnica: Bebe de la fuerza del otro.
¿Te acaban de adelantar? Te están diciendo que es posible correr más rápido y mostrándote cómo lograrlo. Recuerda que sólo por estar ahí ya has llegado mucho más lejos que quien aún está en el sofá. Piensa que si alguien te adelanta es posible ir más rápido. ¡Corre!
runners.es
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