CRÓNICA DE LA X RUTA DE LAS FORTALEZAS 2019 EN CARTAGENA.

Tocaba otro gran fin de semana apasionante, nuevamente tocaba otra carrera de las buenas y que estaba aparcada algunos años por otros compromisos maratonianos, habría que esperar y llegó el momento, tras algunos meses esperando tuvimos la suerte de entrar en el sorteo de esas 3800 inscripciones muy limitadas, con unas 8000 preiscripciones y que tuvimos la suerte de que nos tocara un dorsal, y por allí estuvimos por la X RUTA DE LAS FORTALEZAS, llegaba el momento de estar en otra carrera diferente y de sufrir y disfrutar diferente, y fue así, espectacular Ruta y una magistral organización de la Armada con su Infantería a la cabeza, habrá que hacerla y vivirla para saber lo bueno de toda esta Ciudad levantada para su Ruta de las Fortalezas, y es que se llegó el viernes y ambientazo en zona de dorsales, muchisima gente y tocaba esperar una hora para recoger el dorsal en una tarde noche de frío y viento. Amanecía ya el sábado en calma, el ambiente a las 7:00 h era un clamor, espectacular ver ya a tanta gente preparada, sensacional. Tras el izado de la bandera se procedió a la salida puntual, allí íbamos, increíble ambientazo y clamor de todos los familiares dando los primeros ánimos antes de empezar a completar los cerca de 54 km de recorrido, en primeros compases por el Puerto de CARTAGENA hasta adentrarnos ya si por carril de tierra en la pequeña primera subida fácil, a partir de ahí las primeras Fortalezas, recorrido siempre de subida y bajada, y es que el tiempo acompaño algo nublado y mucho viento fresco. Se continuaba y nos entrabamos en plena Cartagena por el km 25, para recorrer el tramo de unos 5 km por el corazón de la ciudad, para seguir por el nuevo cambio de recorrido en este año, entrar en el Arsenal Militar y la Base de submarinos, precioso espectáculo con muchas fragatas de la Armada, para seguir por los muelles de Navantia hasta salir nuevamente a conquistar casi la penúltima Fortaleza, el duro Castillo de la Galera que tocaba subirlo por el km 40, dejarnos caer, que ya os digo que no fue fácil, los km pesaban y quedaba la última y más dura fortaleza, y es que por fin se llegaba al km 42 para empezar a bordear en subida el temido Castillo de la Atalaya, y donde una vez bordeado tocaba subirlo con una pendiente muy dura, una vez en la cima, disfrute total con el que sería casi el último sello de control de la organización, ya estábamos cerca, solo quedaba lo peor, bajar con las fuerzas justas, ya se veía el final, unos 3 km de llano con algo subida por asfalto y tierra para coronar con una cuantas curvas la ansiada meta en la Escuela de Infantería de Marina, CHAPÓ, DISFRUTE TOTAL CON UNOS 500 METROS de mucha gente animando y donde una vez más fuimos FINISHER, NUEVAMENTE LO CONSEGUIMOS, QUE VIVA LA RUTA DE LAS FORTALEZAS, QUE VIVA ESPAÑA, EL AÑO QUE VIENE PROBAD QUE OS ENCANTARA ESTAR POR ALLÍ.