sábado, 16 de marzo de 2013
La mente también corre
Va, te creemos cuando nos cuentas esos tiempazos de los que tanto presumes, cuando nos hablas de los programas de entrenamiento que sigues e incluso cuando nos compartes tu dieta pero… ¿y la mente? ¿Todavía crees que lo que pasa por tu cabeza cuando te calzas las zapatillas no influye en tu rendimiento? El running es la excusa ideal para encontrar ese momento de reencuentro con uno mismo y deshacerte de los pensamientos que te han robado la calma. Y eso te ayudará a mejorar como corredor.
Si eres de los que cree que el día debiera tener más horas, aquí tienes algunas tareas que puedes afrontar durante tus entrenamientos.
Ante todo, organización
Tener un smartphone, un ipad y todos los juguetitos que quieras no te convierte en alguien ordenado, ¡no te engañes! Te pueden ser muy útiles, claro que sí, pero si no organizas tu agenda para lo único que te servirán será para perder el tiempo. Correr a primera hora puede ser la excusa perfecta para organizarte el resto del día; correr por la noche, para preparar la agenda del día siguiente. Para bien o para mal, la jornada (sólo) tiene 24 horas, tú verás cuántas de ellas quieres aprovechar… y cómo.
… Et violà
“Algunas de las decisiones más importantes de mi vida las tomé corriendo. Supongo que eso me convierte en corredora”. Pues eso, que un ‘sencillo’ rodaje puede ayudarte a resolver incertidumbres, miedos o frustraciones.
Al correr, de alguna manera nos libramos de distracciones y remordimientos y eso, si lo unimos a las buenas sensaciones que nos produce el ejercicio físico, hace el camino más fácil.
Según los expertos, correr activa la parte derecha del cerebro, que es la que menos participa en la mayor parte del día en la vida rutinaria. De esta manera pueden salir a flote nuevas perspectivas que teníamos ‘escondidas’ en la parte inactiva. Si no nos crees, ponte las zapas y verás.
La imaginación también vuela
Pensamientos rápidos, zancadas rápidas. Así podíamos resumir la corriente según la cual algunos expertos defienden que dejar fluir los pensamientos y la imaginación contribuyen a acelerar el ritmo.
Dejar que tu mente se pierda en pensamientos e imaginaciones es para muchos corredores la excusa ideal para calzarse las zapatillas, aparcar el estrés y sustituir el espacio que ocupa en nuestra mente por lo que la creatividad de cada cual decida. Y, cuentan, te hace sentir más joven. Eso sí, tampoco te quedes a vivir en los Mundos de Yupi… deja volar tu imaginación a ratos, pero no te pases los entrenamientos en esos lares.
Relativiza
Por importante que te parezca ese problema que te atormenta, recuerda que hay pocas cosas en la vida que no se puedan solucionar. ¡Relativiza! Salir a correr te ayuda a ponderar los problemas y priorizarlos. Ir alcanzando tus objetivos con las zapas puestas te ayuda a reducir (o eliminar) frustraciones en otros planos de la vida: si quieres, puedes.
Como ves, el running y la mente no son dos campos independientes: los progresos que consigas en uno repercuten en el otro. A partir de aquí, encontrar el equilibrio entre ambos depende de ti, pero te damos algunas señales que te pueden ayudar:
1. Siempre negativo: Si, como dijera el entrenador de fútbol, ves que tus días transcurren así, es hora de actuar. Aparca esos temas hasta después de haber salido a correr.
2. Tensión permanente: No se trata de que aproveches cada rodaje para darle vueltas al coco. Nada dura eternamente, ¡no prolongues sufrimientos en vano!
3. Sin prisas: Vale que te olvides del reloj y del ritmo de vez en cuando, pero se trata de que también consigas mejoras deportivas. No te obsesiones con los tiempos, pero tampoco los eches en el olvido.
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Qué cierto lo que dices! la verdad es que cuando se dice eso de correr con el coco es totalmente cierto, cuantas veces el cuerpo no me respondía y seguí adelante gracias a la cabeza!
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