Un estudio demuestra que ambos mejoran el rendimiento por igual.
Si eres de los que necesita una buena taza de café para empezar a ser persona (o un runner en plenitud) es probable que te hayas formulado esta pregunta en alguna ocasión: ¿es el café o es la cafeína que contiene lo que te da ese chute de energía? La respuesta parece estar cada vez más clara: ambos.
En un estudio reciente, un grupo de investigadores británicos ha estudiado a ocho ciclistas después de que éstos rodasen durante 30 minutos, repitiendo la observación hasta en cuatro ocasiones. Una hora antes del ejercicio, los ciclistas tomaron café, un brebaje con la misma cantidad de cafeína, café descafeinado y una bebida sin cafeína.
¿Resultado? Tanto los que tomaron café como los que tomaron la bebida con cafeína mejoraron su rendimiento(velocidad) en un 4,9% y rodaron un 4,7% más rápido cuando tomaron café en comparación con el rendimiento cuando tomaron café descafeinado u otra bebida.
Extrapolado a los corredores, y si a tu estómago no le hace demasiada gracia el café antes de tiradas largas, puedes sustituirlo por una bebida con la misma concentración de cafeína para mejorar tu rendimiento.
En un estudio reciente, un grupo de investigadores británicos ha estudiado a ocho ciclistas después de que éstos rodasen durante 30 minutos, repitiendo la observación hasta en cuatro ocasiones. Una hora antes del ejercicio, los ciclistas tomaron café, un brebaje con la misma cantidad de cafeína, café descafeinado y una bebida sin cafeína.
¿Resultado? Tanto los que tomaron café como los que tomaron la bebida con cafeína mejoraron su rendimiento(velocidad) en un 4,9% y rodaron un 4,7% más rápido cuando tomaron café en comparación con el rendimiento cuando tomaron café descafeinado u otra bebida.
Extrapolado a los corredores, y si a tu estómago no le hace demasiada gracia el café antes de tiradas largas, puedes sustituirlo por una bebida con la misma concentración de cafeína para mejorar tu rendimiento.
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