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CON MIS COLORES HASTA LA MUERTE

miércoles, 10 de abril de 2013

Lesiones de peso… o no


Evita ganar esos kilos de más cuando una lesión te obliga a interrumpir los entrenamientos.

Que una lesión sea tu peor enemiga es algo que seguramente ya hayas aprendido por tu propia experiencia, pero sus consecuencias van más allá del daño físico: tener que dejar de entrenar o hacerlo a una intensidad menor, aunque sólo sea un tiempo, puede llevarte a recuperar esos kilitos de los que tanto te había costado deshacerte. Aquí tienes algunos consejos para no llevarte disgustos cuando te enfrentes a la báscula durante una lesión. 

1.- EVITA LA TENTACIÓN
Si haces deporte de manera habitual es normal que tu cuerpo te pida comer más y el picoteo entre horas no influye en tu peso, pero si dejas de hacer deporte la cosa cambia. Cacahuetes, dulces, chips… ¿cuántas veces los has comido de manera autómata? Ya estás tardando en quitarte el hábito. Si tu nivel de autocontrol no es precisamente brillante, póntelo fácil: no compres esos picoteos que sepas que no podrás rechazar. 

2.- SÉ TU PEPITO GRILLO
Las calorías no llegan solas; es muy probable que, si estás cogiendo un peso excesivo es que estás poniendo de tu parte: porciones demasiado grandes, picoteos o demasiadas palomitas viendo la tele. Haz una lista de cosas que puedes hacer en lugar de comer en esos ratos muertos y ponla en el frigorífico; así, la próxima vez que quieras abrirlo tu conciencia te echará una mano.

3.- MUÉVETE 
Puede que la lesión te impida seguir con los entrenamientos pero ¿te obliga a coger el ascensor en lugar de subir las escaleras? Por lo general, una lesión no significa que no puedas levantarte del sofá, dar pequeños paseos o ir andando a algunos sitios. 

4.- HOMBRO CON HOMBRO
Comparte la lesión con tu entorno más cercano para que no se haga tan duro. Si se lo explicas, familia, amigos o pareja entenderán que tengas que las galletas en la despensa sean una amenaza o que las tapas de las cañas pueden ser más ligeras de lo habitual. Ellos pueden ayudarte a llevar la lesión con una sonrisa, ¡pero tampoco abuses de su confianza! 

5.-  ANTE TODO, ORGANIZACIÓN
Sí, porque el hecho de que no puedas entrenar no significa que conviertas tu vida en un caos. Planifica alguna caminata semanal, procura ir andando a trabajar (si puedes) o a dar un paseo diario. Si podías sacar tiempo para correr, también puedes hacerlo para una actividad menos intensa, pero planifícalo con al menos 24 horas de antelación, así evitarás tentaciones .

Runner's 

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