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miércoles, 22 de junio de 2011

SALUD AL DÍA, HIDRATACIÓN A TRAVÉS DE LOS ALIMENTOS Y PREVENCIÓN CON LAS MEDUSAS.


Las frutas de temporada, una buena manera de hidratarnos frente al calor




Con la llegada del calor nuestro cuerpo sufre una serie de cambios entre los que destacaremos el exceso de sudoración. Este es un recurso que el organismo utiliza para equiparare la temperatura exterior con la propia del organismo. Esto hace que la pérdida de líquidos sea mayor y por ello debamos recuperarlos mediante un alimentación correcta. En este punto tenemos a nuestra disposición las frutas de temporada, que nos ayudarán a conseguir hidratar el organismo de la manera más sencilla.
Muchas veces en lo que se refiere a este aspecto, tenemos ciertas lagunas o dudas en lo que se refiere a hidratación a través de los alimentos, ya que no sabemos en lo que se refiere a la fruta si realmente nos está favoreciendo ese ejemplar o no. Por ello en este post nos vamos a detener en las frutas más hidratantes y saludables de la temporada. Ejemplares que podemos encontrar en cualquier frutería en esta época del año, y que nos serán de gran ayuda para mantenernos sanos.

La sandía y el melón

En primer lugar vamos a detenernos en dos frutas estrella de la temporada, el melón y la sandía. Actualmente podemos encontrar en todos los supermercados y fruterías estas frutas propias de esta época del año. Ambas contienen altas cantidades de agua en su composición, lo que las convierte en una de las mejores maneras de hidratarnos cuando el calor más aprieta. Tanto el melón como la sandía nos ayudarán a reponer los líquidos que perdemos con el calor, pero no solo realizarán esta función.
Ambas frutas tienen un alto contenido de minerales que nos serán de gran ayuda a la hora de reponer los electrolitos que perdemos a través del sudor, y así mantener una correcta respuesta muscular. Las vitaminas que nos aportan son también un valor añadido a la hidratación que nos proporcionan, ya que nos ayudarán a mejorar el estado de la piel y los tejidos corporales a la hora de someternos al calor.

Las ciruelas y las cerezas

Las ciruelas y las cerezas son dos frutas rojas de temporada que también contienen altas cantidades de líquido que nos ayudarán a mantenernos hidratados. Ambas frutas son otra ayuda para conseguir hacer frente al calor del verano, pero no solo su acción se queda en eso, sino que contienen altas cantidades de antioxidantes que nos ayudarán a proteger las células frente a los ataques provenientes del exterior. A esto debemos sumarle su alto aporte en fibra, que nos ayudará a mantener un cuerpo libre de toxinas y sustancias de deshecho.

Las nectarinas y los melocotones

Las nectarinas y los melocotones también son otras frutas propias de esta época del año que debemos tener en cuenta a la hora de hidratar nuestro cuerpo, y es que contienen altas cantidades de agua que nos ayudarán a mantener unos niveles de hidratación adecuados, así como minerales que servirán para reponer los electrolitos perdidos a través del sudor. Junto a esto su aporte vitamínico nos servirá para mejorar el estado de la piel y los tejidos.
Por estos motivos, las frutas propias del verano son ideales para conseguir mantener unos buenos niveles de hidratación y de bienestar en los meses en los que el sol más aprieta. Por ello deben estar presentes en nuestra dieta, y es que la naturaleza es sabia y se adapta al clima para cubrir nuestras necesidades con los frutos adecuados para que estemos sanos y en perfectas condiciones.

Cómo reaccionar si nos pica una medusa



El verano llega y lo que más nos apetece en esta época del año es ir a la playa y disfrutar de un buen clima y de momentos relajados. Pero no siempre todo es agradable en la playa, ya que tenemos un enemigo acechando que puede hacernos daño cuando no nos demos cuenta, se trata de las medusas, un ser vivo que puebla los mares desde hace millones de años, y que representa uno de los peligros más graves que nos podemos encontrar en nuestras playas. Por ello es importante saber qué hacer cuando aparecen.
Ante todo debemos ser cautos con las medusas, y es que suelen estar en aguas cálidas como por ejemplo las del mediterráneo, ya que ellas se mueven buscando las corrientes cálidas. Dentro del agua es fácil que no las veamos, ya que son transparentes y se mimetizan a la perfección con el agua, por lo que es sencillo que nos topemos con ellas y sus tentáculos recibiendo veneno. Lo mismo sucede si las vemos en la playa, ya que aunque estén muertas fuera del agua los tentáculos siguen teniendo veneno y si los tocamos nos lastimarán igualmente. Por este motivo vamos a ver qué es lo que hay que hacer si nos pica una medusa.
Lo primero que notaremos será una especie de calambre o latigazo en la zona afectada por la picadura. Acto seguido será calor lo que sentiremos y una sensación muy grande de picor, por lo que no debemos rascarnos, ya que expandiremos el veneno afectando una zona mayor. Simplemente debemos aguantar y llevar a cabo una serie de medidas para aliviar la zona y evitar el efecto que el veneno tendrá en nuestra piel.
Es recomendable que una vez hayamos sido picados por una medusa limpiemos la zona con agua salada. La misma del mar será adecuada. Simplemente nos echaremos agua sobre la zona sin frotar, para conseguir así un alivio y rebajar el efecto del veneno y los picores que se originan. Aunque si tenemos a mano suero fisiológico será la mejor alternativa, ya que con el agua del mar se pueden extender más las partículas venenosas. En ningún caso debemos utilizar para limpiar la zona agua dulce, ya que ésta hará que se expanda el veneno y la zona afectada sea mayor.
Para calmar la zona de la picadura utilizaremos unos hielos envueltos en un paño, ya que es necesaria la aplicación de frío para conseguir mermar el hinchazón provocado por el veneno y con ello hacer que la zona no esté tan irritada y nos pique mucho menos. Es importante que el hielo no roce la picadura y que tampoco frotemos con el hielo, ya que debe ser simplemente el paño el que esté en contacto con la piel, pues lo que necesitamos en frío.
No es nada aconsejable que apliquemos ni pomadas ni ningún tipo de ungüento en la zona afectada, ya que podemos empeorar el estado de la picadura y hacer que nos duela más o que se lleve a cabo una reacción adversa por parte de la piel que puede ser mucho peor.
En el caso de que el dolor de la picadura permanezca y no se alivie con el paso del tiempo, es necesario que utilicemos analgésicos suaves que nos ayuden a acabar con el hinchazón. Pero si el dolor es intenso y la picadura está muy marcada e incluso sangra, es muy recomendable acudir a urgencias para que un especialista analice el estado de la misma, ya que existen muchos grados de veneno y no todas las pieles responden de la misma manera a la picadura de una medusa.


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