Si deseas convertirte en un mejor corredor día a día, deberás eliminar tus excusas y comenzar a correr todo el año, sin importar el frío o calor que haga en tu ciudad.
Claro que para correr con bajas temperaturas, deberás realizar las adaptaciones necesarias para que puedas correr en forma segura, sin poner en riesgo tu salud.
Al respecto, existe una tendencia ampliamente aceptada por la mayoría de las personas (no sólo corredores), por la cual en invierno (ante las bajas temperaturas) aumentan considerablemente la ingesta de alimentos y por ende crece el consumo calórico.
La pregunta que muchos corredores suelen hacerse es: ¿debo modificar mi dieta para correr en bajas temperaturas? A continuación intentaremos darte la respuesta.
Para comenzar, vale decir en líneas generales, correr en climas fríos no debería significar un mayor gasto energético, por lo que no resulta necesario incrementar nuestro consumo de calorías diarias.
Sin embargo, existen al menos dos excepciones a este principio:
1.- correr con mucha ropa: si corres con mucha ropa o equipo técnico que aumenta el peso con el cual tienes que correr, seguramente aumente tu necesidad de consumir mas calorías. Claro que es un efecto indirecto de correr en bajas temperaturas, pero no por eso es menos apreciable.
2.-escalofríos: correr con temperaturas excesivamente bajas puede hacerte sufrir de escalofríos o temblar de frío, lo que puede aumentar el gasto energético mientras duran esas pequeñas contracciones musculares. Seguramente, no duren mucho, ya que al correr rápidamente entrarás en calor, pero aún así vale estar al pendiente de ello.
Como consecuencia de ello, te recomendamos no variar tu nutrición diaria en base al frío que puede hacer mientras corremos, sino en base a nuestras necesidades energéticas derivadas de los entrenamientos o competencias de las que participamos.
Es decir que, para definir tu alimentación para correr con bajas temperaturas, deberás analizar el volumen y/o intensidad de tus entrenamientos.
Por ello, te aconsejamos no caer en la tentación de comer comidas hipercalóricas durante el invierno, ya que probablemente se termine reflejando en un aumento de peso innecesario.
Por último, un error en el que muchos corredores suelen caer en invierno es no hidratarse adecuadamente, ya que sienten que transpiran menos y piensan que no necesitan hacerlo.
No te equivoques, y durante tus entrenamientos realiza una hidratación adecuada y sin dudas podrás rendir mejor.
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