. Más de una vez ya hemos pregonado la máxima de que tan importante es entrenar, como descansar. Ni se nos ocurre contradecir los beneficios de salir a correr. Sin duda alguna, una actividad física muy saludable y recomendable para ponerse en forma. Apta para todos los públicos.
Sin embargo, si nos preguntamos ¿es bueno salir a entrenar todos los días?. Nuestra respuesta sería un rotundo no. Desde luego es aconsejable incluir algún descanso entre sesiones de entrenamiento. ¿Y por qué?. Porque podemos llegar a un nivel de exigencia físico que produzca un sobreentrenamiento. Además también hay que tener en cuenta que correr todos los días no implica que nuestro rendimiento sea mayor. Podemos llegar a estancarnos sin mejorar nuestro estado de forma, especialmente si siempre llevamos a cabo las mismas rutinas de trabajo.
Con todo ello, tenemos que tener claro que salir a correr todos los días resultará un ejercicio acertado y efectivo, si establecemos un plan de entrenamiento correcto. Por ejemplo, alternando sesiones más largas con sesiones más relajadas, e incluso añadiendo series.
Kilómetros semanales
Existen muchos y variados planes de entrenamiento donde poder elegir. Pero son muchas las opiniones que indican que la mejor fórmula es medir nuestro ejercicio físico en kilómetros, bien semanales o bien mensuales. Aunque no debemos olvidar que el volumen de kilómetros será proporcional a nuestra condición física y a nuestros propios objetivos.
Por sentido común, un corredor principiante, que quiere ponerse en forma, no debe tener el mismo plan de entrenamiento que un corredor más experimentado, cuya meta es correr una media maratón, por ejemplo.
Algunas de las recomendaciones generales que se pueden hacer para ajustar el número de kilómetros en nuestro entrenamiento son:
-Empezar desde cero. El objetivo es ponernos en forma, así que un plan de 15 a 20 kilómetros sería un excelente comienzo. Entonces, nuestro programa sería salir a correr, e incluso caminar a paso ligero, de 3 a 4 veces por semana. Dicha planificación nos ayudará a activarnos y a mejorar nuestro sistema aeróbico. Más adelante podremos ir aumentando la distancia. Eso sí, poco a poco.
-Rutina de mantenimiento o de mejora del estado físico. Este plan conlleva subir un peldaño más, y debemos exigirnos un poco más, ya que tenemos cierta base aeróbica. Los días de entrenamiento se siguen manteniendo entre 3 y 4 veces por semana, pero la distancia se incrementa de 20 a 30 kilómetros.
-Progresar en el rendimiento. Primeramente, la recomendación para corredores aficionados, no profesionales, se centra en no superar los 80 kilómetros a la semana. Aunque, el plan de trabajo tendremos que enfocarlo dependiendo del tipo de competición que se desea preparar. Llegados a este estado de forma, correr entre 30 a 60 kilómetros semanales, saliendo de 4 a 6 veces a la semana, puede ser más que suficiente.
En definitiva, sigamos el plan de entrenamiento que sigamos, hay que ser conscientes de que no por entrenar más, alcanzaremos nuestro objetivo más rápido, y estaremos mejor. La clave consiste en concretar una rutina de trabajo óptima con un apropiado nivel de intensidad. Es la fórmula correcta para progresar.
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